Los regalos de empresa suelen ser regalos muy poco satisfactorios para los clientes o empleados que los reciben ya que todo el mundo tiene bolígrafos, pines o llaveros. Parece más un ejercicio de merchandising que un regalo como tal, por lo que las empresas se han puesto las pilas y quieren cambiar el tipo de regalo para sus clientes.
¿Cómo afrontan este cambio? Muy fácil, ofreciendo regalos promocionales que sean diferentes a los típicos que hemos comentado. En lugar de regalar objetos o artículos de oficina, regalan experiencias mediante viajes, bonos de hotel o estancias en lugares para el recuerdo. Siendo serios, podemos decir que un cliente no va a valorar el regalo de un bolígrafo o pen drive de la empresa pero si va a valorar una pequeña escapada de fin de semana a un lugar encantador.
Este tipo de regalos promocionales tiene numerosas ventajas ya que el cliente alucinará con ese tipo de regalo y disfrutará de una experiencia que jamás podrá olvidar. No es lo mismo un viaje regalado por una empresa que un viaje que ha organizado tu marido o tu mujer, ya que se disfruta más si sabemos que es gratis. Es una forma distinta y totalmente revolucionaria de agradecer la confianza de la otra parte como cliente, creando un sentimiento de pertenencia y fidelización difícil de borrar.
La diferenciación en pequeños detalles es algo clave hoy en día para las empresas. La competencia aumenta cada día en todos los sectores y conseguir diferenciarse de los competidores con este tipo de prácticas es básico para lograr más fuerza en el mercado y crear una huella imborrable en los clientes.
Debemos tener en cuenta que hay muchas empresas importantes que se decantan por este tipo de regalos a sus clientes más relevantes como el Banco Santander o Panasonic. Estas empresas conocen los beneficios de la diferenciación y cómo afectan este tipo de regalos en la mente del consumidor o cliente que se da cuenta del nivel de la empresa con la que colabora.
Regalar vuelos a clientes supone una sorpresa para nuestros clientes ya que no es precisamente el regalo que uno espera. Obviamente, este tipo de regalos tienen que otorgarse tras una segmentación y no al primer cliente que aparezca por la puerta. Los clientes más importantes que lleven mucho tiempo con nosotros deben ser los primeros beneficiados de este tipo de políticas que incentivan la fidelización entre empresa y cliente.
Otras estrategias de fidelización como el email marketing quedan en un segundo plano cuando organizamos este tipo de regalos a los clientes más importantes de nuestra empresa. En una sociedad dónde cada vez es más complicado centrar la experiencia en torno al cliente, vemos como este tipo de estrategias suponen un aire fresco para los departamentos de marketing y ventas que ven cómo tener contentos a sus clientes es posible si sabemos cómo hacerlo.