Nadie puede negar que los smartphones han cambiado nuestra vida por completo. Desde allá por el 2008 donde las Blackberry eran tendencia, hemos evolucionado hacia otros dispositivos mucho más completos y con cientos de aplicaciones que no hacen más que aumentar nuestro tiempo con ellos.
Los smartphones han evolucionado y lo han hecho con mejores procesadores, más memoria y un elenco de apps dispuestas a robarnos todo el tiempo.
De media, cada español pasa cerca de 4 horas mirando el móvil lo que hace un total de casi 30 horas semanales. Si a esto le sumamos el ordenador y la televisión, el riesgo para nuestros ojos es más que evidente.
La salud ocular es un problema al alza y todo está derivado del uso excesivo de estos dispositivos, por lo que es nuestro deber intentar protegernos de la sobreexposición a la que estamos sometidos.
Los síntomas más frecuentes de un tiempo excesivamente prolongado mirando el móvil son ya conocidos por todos: picor en los ojos, mareos, dolor de cabeza o jaqueca, sensación de fatiga. Sin embargo, estos síntomas leves no son los únicos que deben preocuparnos ya que el uso prolongado de los smartphone tiene consecuencias a largo plazo.
Debido a la disminución del parpadeo, el uso prolongado de estos dispositivos puede causar sequedad ocular y dificultad para enfocar a diferentes distancias.
Además, muchos jóvenes añaden consecuencias comoe la visión borrosa y la miopía temporal, fruto de la tensión de los músculos oculares debido a la atención que prestamos al smartphone.
No obstante, los ojos no son los únicos que sufren esta pequeña adicción sino que también hay otras partes del cuerpo que se ven deterioradas por culpa de los smartphones. Los tendones de la muñeca, por ejemplo, se inflaman debido a la sujección del dispositivo y cerca del 5% de usuarios padecen este trastorno.
El insomnio es otro de los problemas derivados del uso excesivo de los smartphones, básicamente porque tenemos el mal hábito de mirar el móvil en la oscuridad y esta luz provoca un sueño irregular que no permite descansar correctamente.
¿Cómo podemos evitar los daños oculares y seguir usando el móvil?
La premisa más importante es reducir el tiempo de exposición a la pantalla del smartphone. La luz del display puede causar daños oculares que debemos evitar, tal y como hemos comentado anteriormente.
Descansar los ojos tras un uso prolongado, digamos tras una hora, y dar un paseo es una excelente opción para evitar la sequedad provocada por la pantalla. Por otro lado, tenemos la opción de reducir el brillo de la pantalla para la luz no sea tan potente, de esta manera protegeremos nuestras retinas.
Otro consejo que aportamos es no utilizar el móvil en la oscuridad porque se potencia la irritación de los ojos. Utilizar el modo de lectura o modo sepia puede reducir el brillo de pantalla y es más adecuado que el modo normal en cualquier dispositivo, ya sea un móvil o una tablet.